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Mujeres en la moda: el papel que fungen y sus aportes a esta industria

Actualizado: 8 mar 2021

El papel de las mujeres dentro de la industria de la moda es de musas, mientras que los hombres obtienen la dirección, tanto creativa como económica, rigiendo un mundo hecho para mujeres. Eso sin contar la explotación que muchas atraviesan.



¿Cuál es el papel de las mujeres en la industria de la moda?


La industria de la moda está prácticamente construida para mujeres, al ser el principal consumidor de ésta. Según el Council of Fashion Designers of America (CFDA), las mujeres consumimos alrededor de 300% más moda que los hombres.[1] ¿Adivinen a qué mercado van a apuntar las marcas de moda? Pues obvio que al femenino, si ahí es en donde van a vender más.


En este sentido, las mujeres fungen el papel de musas, visto desde un plano general. Las grandes y pequeñas corporaciones se inspiran en la mujer para diseñar y crear productos que nosotras queramos consumir y, por ende, comprar.


La industria de la moda es un mundo construido para mujeres, pero hecho y regido por hombres. Como decíamos, la figura femenina no es más que una fuente de inspiración. Cifras arrojan que al menos el 70% de los trabajadores dentro de la industria de la moda son mujeres.[2] Suena bien, ¿no? Pero son cifras engañosas, habría que preguntarnos cuáles son los cargos que desempeñan.


Del 100% de CEOs y directores creativos —que al final de cuentas son los que toman las verdaderas decisiones y determinan el rumbo de las marcas de moda y lo que éstas ofrecerán a su clientela, que en su mayoría es femenina—, sólo el 14% son mujeres.[3]


Esto no es muy difícil de asimilar, pensemos en Charles Frederick Worth, el padre de la Alta Costura y el primer gran diseñador de la historia —del cual pueden leer un poquito más en nuestro post sobre la historia de la moda—, que creaba verdaderas obras de arte para la mujer de su época —siglo XIX—, pero que no dejaba de ser un hombre.


Primera imagen: la emperatriz Elizabeth de Austria en un traje de Worth.

Segunda imagen: diseño Worth, que simula las plumas de un pavoreal, portado por Mary Curzo.


Y así podemos mencionar muchos más, como Christian Dior, Yves Saint Laurent, Gianni Versace o Karl Lagerfeld… Verdaderos visionarios que hicieron grandes aportes, que amamos y que no nos gustaría borrar de la historia, pero que al final son hombres que tomaban a la mujer como su musa.



Esto pude sonar halagador y, hasta cierto punto, lo es. Pero ¿en dónde dejamos el lugar para que las mujeres satisfagan sus propias necesidades, en vez de dejar que figuras masculinas determinen cómo deberíamos vestirnos? No es como si las mujeres no lo hayan intentado, sólo que hay falta de oportunidades y reconocimiento, apenas estamos en espera a que las figuras de poder —los hombres— les den un espacio para contribuir.



Mujeres que han marcado la industria de la moda



De repente pienso mucho en nombres de it girls que han marcado y determinado cómo las mujeres aspiramos a vernos y ser. Pero cuando le doy una segunda pensada, se me viene a la mente que fueron hombres quienes las forjaron.


Por ejemplo, se me ocurre Naomi Campbell y cómo fue la chica del momento, con Gianni Versace como el diseñador que la tomó como su musa. Y no es quitarle mérito a Naomi, a pesar de todo, fue ella la de la imagen y un talento que, sin él, no hubiera logrado tales cosas. Pero al final, creo que seguía siendo un hombre quien la había tomado como su maniquí.


De cualquier manera, creo que esto mismo que comento sólo refuerza esta idea de las mujeres dándolo todo para tallar su propio nombre.



Coco Chanel

En un mundo para mujeres, gobernado por hombres, alzó la voz y se puso a la altura de Christian Dior, comenzando una guerra para defender su propia conceptualización de lo que una mujer necesita de la industria de la moda, contraria a la del diseñador francés.


Marcó un antes y un después, nos trajo el little black dress, la bisutería y con ella la idea de la accesibilidad de la moda y los elementos “masculinos” en el guardarropa femenino, como el pantalón de vestir.




Elsa Schiaparelli


Una diseñadora que siempre pensaba en la mujer moderna, no la pasada, pero que al mismo tiempo no dejaba de ligar cada pieza de carácter surrealista con el arte, influida por movimientos como el futurismo italiano, cubismo y el fauvismo francés.


Nos regaló los desfiles tal y como los conocemos ahora: como todo un espectáculo; y los primeros monos por ahí de los años 30.




Mary Quant


La responsable de la mini falda, a la cual dio popularización en los años 60 y que hasta ahora sigue simbolizando una gran parte de la liberación femenina, que es solo una ventana de lo mucho por lo que seguimos luchando.




Anna Wintour


Aunque la editora tiene mucha cola para pisarle, y en la actualidad ya no nos dé absolutamente nada… Dentro de sus primeros años al frente de Vogue revolucionó al ser la primera que pusiera unos jeans en portada de un importante referente de la moda. Al mismo tiempo de que revolucionó este sector editorial al encontrar la fórmula perfecta para salvar las ventas: celebridades en portada.




Entre otros nombres que han sabido hacerse así mismos, se encuentran Carolina Herrera, Vivienne Westwood, Miuccia Prada o Diane Von Fürstenberg. Además de que podríamos mencionar figuras que gracias a su estilo se han convertido en íconos difícil de olvidar: Madonna, Audrey Hepburn o Marilyn Monroe.



¿Es la industria de la moda realmente feminista?


Maria Grazia Chiuri es la primera mujer que desempeña el puesto de directora creativa en Dior. Aunado a ello, la diseñadora siempre ha mantenido una perspectiva feminista para desempeñar su labor al frente de esta casa de moda, y así lo hizo evidente en su colección ready-to-wear spring 2017, con su camiseta en la que podía leerse “todos deberíamos ser feministas”.



Pero es una perspectiva interesante, ¿no lo creen? Parece una acción bastante superficial, cuando la industria de la moda enfrenta conflictos en su interior que estén lejos de llamarse feministas o ser producto de éste, sino todo lo contrario.


En más de alguna ocasión seguro que han escuchado como la industria de la moda rápida roza —si no es que está completamente embarrada— la esclavitud, al someter a los empleados a jornadas de 12 horas, durante 6, y en ocasiones 7, días a la semana y con un salario que no alcanza para cubrir sus necesidades básicas —de lo cual pueden leer más en nuestro post sobre los trabajadores de la industria textil y la moda.


A esto habría que mencionar que al menos el 80% de los trabajadores de la industria de la moda son mujeres que oscilan entre los 18 y 24 años[4]; sin contar aquellas niñas o mayores de dicho rango de edad que se sumen.


Hasta ahora hemos visto la parte glamurosa de la industria de la moda y manifestado como no es feminista debido a la desigualdad que hay entre hombres y mujeres y los cargos que cada uno ocupa en una industria que está confeccionada para las mujeres.


Pero ahora, sin necesidad de tomar un punto de comparación con los hombres, no podríamos llamar feminista a una industria que está lejos de atacar los grandes complejos de esclavitud que enfrenta en la per porcentualmente las mujeres son las principales afectadas.



 

[1] Angelis de, Cristian. Juárez, Carmen. "Mujer, el centro de la moda". Moda.es, 2019. [2] Borrás, Daniel. "Por qué la moda sigue siendo un mundo de hombres, hombres, hombres". Vogue, 2018. [3] Ibidem. [4] Lowly. "La realidad de las mujeres en la industria textil". Mirada Couture, 2016.

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