En ocasiones existen ciertos requerimientos para vestir en la oficina o el trabajo, pero muchas de las veces no queremos lucir demasiado ejecutivos porque no es para tanto, por eso aquí dejamos algunas ideas básicas que podemos considerar.
No es ningún secreto que, con nuestra situación actual —sí, nos referimos al mundo atravesando una pandemia—, nuestras necesidades de vestimenta han cambiado un poco, si no es que mucho. Ahora es que poco pensamos en lo que nos vamos a poner para ocasiones casuales, encuentros con nuestros amigos o grandes reuniones sociales. La mayor parte de nuestro tiempo libre la pasamos en casa, y muchas de estas veces el uso de pijama o ropa tan cómoda como ésta es más que suficiente, así que poco tenemos que quebrarnos la cabeza para eso.
Parece ser que nuestra vida está bastante limitada, ¿no? Pero ahí está la otra: aunque muchos de nosotros contamos con el privilegio de trabajar desde casa, otros cuantos tienen que presentarse a su oficina o cualquiera que sea su lugar de trabajo, y he ahí la oportunidad o la necesidad de vestirse para la ocasión.
Cuando se trata de vestir formal para ir a la oficina o el trabajo en general, hay en realidad muchas formas de conseguirlo.
Creemos que existe un arquetipo muy popular en cuanto a la ropa de trabajo se refiere, es ese look ejecutivo en el que todos pensamos prácticamente de inmediato, antes que cualquier otro. Este look ejecutivo del que hablamos es aquel que consiste en el clásico sistema de traje: pantalones de vestir, saco, camisa de cuello y botones, y uso de tacones; o bien, intercambiar el pantalón de vestir por una falda lápiz, regularmente por debajo de la rodilla.
Aunque ciertamente no hay nada de malo con este estilo, si bien resulta interesante y chic —la verdad es que nos encanta, no les vamos a mentir—, también es cierto que ya no es tan usual y, aunque en realidad hablamos de un estilo muy atemporal, este look ejecutivo se ha reinventado y actualizado. Además de esto, en muchas de las ocasiones no se amerita vestir con tanta formalidad, incluso aunque hablemos de trabajo, por lo cual podemos terminar luciendo overdressed.
Así que esta es la razón por lo que hemos dedicado este post a hablar sobre las distintas formas y opciones que tenemos para vestirnos para el trabajo.
Lo formal informal
Ya hemos visto el traje —ya sea en pantalón o en falda— como ese look ejecutivo clásico y súper formal. Pero ¿qué pasa si tomamos todos esos elementos que lo constituyen y los deconstruimos un poco para que, con lo mismo, obtengamos algo un poco más dinámico y despreocupado —aunque no completamente, claro?
El traje en mini falda
Tal y como cualquier traje, con patrones serios y formales, un saco o blazer, zapatos cerrados —ya sean flats, mules o incluso tacones—, pero enseñando pierna.
El traje en short
Muy parecido al traje en mini falda, incluso con tacones, pero tiene un toque un poco más fresco y despreocupado que el anterior.
El traje fuera de tallaje
Una de las cosas fundamentales a la hora de elegir-comprar-utilizar un traje es precisamente el tallaje. Con los trajes el cómo te queda lo es todo, puedes usar un traje exactamente a tu medida de unos $25 usd y lucir espectacular, así como usar un traje que no se ha adaptado a ti y a tu cuerpo tal y como es de unos $1,000usd, incluso mucho más, y verte súper, súper mal.
Pero, en este momento, la verdad es que no hablamos de un traje, traje, lo que se dice traje. Si no, más bien, nos referimos a tomar ciertos elementos que podrían constituir a un traje —como la camisa de vestir, el pantalón de vestir y el uso de tacones— y jugar con las medidas. Por ejemplo, usar una camisa oversize, un pantalón ajustado o corto y unos zapatos un poco más disruptivos.
El traje deconstruido
No todos son particularmente aficionados a los trajes satinados que mucha comparativa fundamentada podrían tener con las pijamas… Y ciertamente está bien, ahora sí que en gustos se rompen géneros, pero la verdad es que a nosotros nos encantan, y dan un toque diferente y divertido —por los colores, la aparente comodidad, lo brilloso en la tela— con ciertos tintes de formalidad —como el uso de tacones.
La falda larga
Ya hablábamos de la falda de lápiz, por lo regular larga —más allá de las rodillas— como una pieza del clásico look ejecutivo, pero ahora hacemos referencia a faldas mucho más largas y sueltas. Estas faldas pierden seriedad, pero no del todo, debido a su amplitud, que la vuelve un poco más divertida y la aleja de la clásica de lápiz.
Además, se combinan con ciertos elementos tanto de un bando como de otro; por ejemplo, la camisa de vestir —formal—, tacones —formal—, pero una chamarra que lejos está de un blazer, mucho más de un saco —informal.
Traje con tenis
Ciertamente, en esta parte, nos olvidamos un poquito más del traje tradicional que debe estar a la medida, para incursionar un poco en su deconstrucción: prefiriendo cortes un poco más holgados y blazers en lugar de sacos. Pero, a pesar de esto, no pierde su esencial sentido ni su identidad por completo —aunque realmente ya no es el mismo—, y de esta manera podemos deconstruirlo todavía un poco más a través del uso de tenis, sneakers o calzado deportivo —como lo quieran llamar.
Aunque no precisamente un traje, pero en esta sección incluiremos el uso de pantalones de vestir, obviamente también cambiados, ya sea que sean más entallados o cortos o ambas, con el uso de tenis. Ya sea que combines esto con una blusa básica o uses una camisa de vestir.
Mini skirt
Aunque un poco ya se había mencionado anteriormente, sólo para profundizar un poco más:
Con tenis
Puedes usar la mini falda en un sentido como el taje con tenis: usar una falda de corte y ajuste más formal —pero corta al final de cuentas—, con un saco o blazer —ya sea a juego o no—, pero con tenis, para darle un toque más despreocupado.
Veraniega
Adjuntar a tu mini falda una blusa, aunque no muy elaborada, tampoco tan básica, no precisamente un blazer, sino algo mucho más ligero, e incluso tacones. De esta forma, tu look tiene un aire mucho más fresco y veraniego, pero tampoco se ve como para simplemente pasear un día por la tarde.
Invernal
Para días invernarles siempre puedes usar botines, mallas y un suéter que luzca como lo haría una blusa.
Jeans
Con tacones
Sólo tomar los clásicos jeans, el corte que más te guste o tus favoritos y combinarlos con tacones.
Ya sea que agregues un saco o un blazer para darle un súper plus a tu sentido de la formalidad en tu outfit.
O te quedes solamente con una camisa de vestir, ya sea clásica o un tanto coqueta.
Con tenis
De la misma forma, tomar los jeans que prefiera, sólo que ahora dirás adiós a los tacones y usarás los comodísimos tenis. Para esto, debido a la informalidad que ya nos dimos la libertad de incluir a través de los jeans y los sneakers, apoyarse con un saco o blazer resultará prácticamente fundamental.
La playera
Ahora es cuando la playera se vuelve el elemento recurrente. Ya sabemos que la playera es una prenda súper básica, de uso diario, que traemos puesta hasta para andar en la casa. Pues entonces la tomamos y la combinamos con otros elementos que puedan darle un upgrade.
Pantalones de vestir
Falda
1. Falda de lápiz —o próximo a ella—, apoyándonos con el uso de tacones.
2. Midi skirt, aludiendo a colores sobrios o neutros, pudiéndonos apoyar con tacones.
The fresh look
Aquí tenemos una propuesta que se ve mucho más fresca, incluso veraniega, para eso del calor. Pero, independientemente de hablar de prendas de tela ligera, hablamos de una combinación que luce muy ligera y fresca por sí misma, pues ya no es sólo un balance entre elementos formales e informales, sino que las piezas formales logran perder completamente su sentido serio y hablamos de algo más divertido por sí solo.
Por ejemplo este pantalón con corte de vestir, pero combinado con huaraches y una playera.
O el uso de plataformas con un pantalón estilo palazzo y una playera básica.
Y la midi skirt, fresca y veraniega por sí misma, con unas sandalias de tacón y una playera.
Hablamos de looks que lucen mucho más casuales que los anteriores que habíamos estado enumerando, pero que no por ello pierden por completo la oportunidad de llevarlo a la oficina.
Zapatos bajos
Ya vimos diferentes formas de integrar los tenis a un concepto formal, incluso los tacones a uno informal. Pero la verdad es que para llevar formalidad a tu look a través de los zapatos no necesariamente se necesita usar tacones, hay varios zapatos de piso que pueden hacer la tarea muy bien.
Flats
Mules
Zapatos de cintas
Entonces, ¿cuáles son los básicos?
Pues ahora que ya sacamos las ideas de las diferentes combinaciones que podemos hacer para vestirnos a la hora del trabajo, en conclusión, ¿cuáles son los básicos que no pueden faltar en mi clóset?
Blazer
Camisa de vestir
Pantalón de vestir
Flats, mules o zapatos cerrados
Tacones
De ahí en más, cualquier otra cosa que tengas en tu clóset podrá clasificar al combinarse con algo de esto. Lo que sigue ya depende de ustedes, sólo encuentren lo que más les guste y con lo que se sientan más cómodos y creen sus propias combinaciones según su identidad. Al final de cuentas, ¿cuál es su estilo?
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