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Bolsos: lujos que convertimos en necesidades a lo largo de la historia

Actualizado: 4 may 2020

Los bolsos no han estado aquí para nosotros desde siempre. Llegaron como una necesidad, y poco a poco los fuimos convirtiendo en lujos sin los cuales ya no podríamos vivir.


Ahora nos tomamos un momento para hablar de las mejores amigas… Las bolsas.

Handbags, purses, bolsos, bolsas —Pequeño paréntesis: ¿cuál será la forma correcta de llamar a estos fieles e incondicionales compañeros?, ¿bolsas o bolsos? A ver, ilústrenos, ustedes que todo lo saben y lo que no se lo inventan. Muy raramente decir “las bolsas” nos suena como si estuviéramos hablando de la bolsa de plástico, y no de handbag o purse; así que para fines prácticos le llamaremos “el bolso”, pero la verdad es que ustedes le pueden decir como quieran, pos qué.

Una de las cosas que más hemos extrañado en esta cuarentena es —además de los zapatos, como ya hemos hablado anteriormente— los bolsos. Ciertamente no tiene mucho sentido portar uno cuando no salimos para nada y todo está en nuestra casa en un estirón de brazo —está bien, de acuerdo, sabemos que no es tan sencillo como eso, pues, esto suena mucho a romantización de cuarentena por persona privilegiada, pero la verdad es que estamos intentando imaginar el mejor escenario aquí.

Sea como sea, estamos extrañando un poco el poder andar con nuestro bolso de aquí para allá, no les vamos a mentir, e intercambiarlo según el resto de nuestro ofni (si no entienden esta referencia, definitivamente tienen que echarle un vistazo a este video de inventadas.inventada). Y a todo esto, hablando de intercambiar nuestro bolso según nuestro ofni —outfit, pues—, ¿cuántos bolsos serán suficientes y necesarios poseer?

Ya decía alguna vez Anna Johnson en su libro Hand bags: the power of the purse que se necesita un bolso para cada ocasión, es una necesidad que oscila con el deseo, porque los bolsos nos transportan a la vida en la que desearíamos vivir. De la misma manera, recordamos muy bien la referencia que Johnson hace a Ana Karenina (Tolstoi, 1877), rememorando cómo el personaje homónimo, hacia el final de la historia, lanza primero su bolso a las vías del tren, porque, como Johnson dice, quien ya no quiere su bolso ya no quiere vivir, así que Karenina se arroja después (upsi, perdón si spoileamos, pero la historia tiene más de 100 años, no vengan con eso).


¿Necesidad o lujo? ¿De dónde viene el bolso?

Ahora hemos hablado del bolso como un accesorio que deseamos tanto que lo convertimos en necesidad. Hablamos de tener tantos como ocasiones o momentos en la vida. Hemos convertido al bolso en una pieza casi de lujo, que nos encanta por sus formas y estilización.

Sin embargo, aunque no es de sorprender, el bolso realmente comenzó como una necesidad. En la era primitiva se usaban pieles amarradas a un palo en las que los humanitos guardaban su comida. Así que ahí lo tienen, los primeros bolsos de la historia.


En este sentido, podemos percatarnos del bolso como una pieza sin género. Y aunque en estos tiempos contemporáneos se está trabajando por erradicar los géneros y evitar que cualquier objeto o concepto sea exclusivo ya sea para mujer o para hombre, no podemos negar que la concepción de los bolsos que por tantos años perduró —y lo decimos en pasada porque esos esquemas se están rompiendo y vemos a hombres portando bolsos orgullosamente, y podemos poner el ejemplo, rápido y gastado (y vaya que gastado) de Billy Porter en sus últimas presentaciones públicas, ostentando diseños de Christian Siriano— se refiere a estas piezas indumentarias como exclusivas para mujeres. Si bien, el concepto de bolso que hemos construido y que ahora trabajamos en la sociedad, surgió como un medio y/o accesorio para las mujeres.

Y bien, conforme la humanidad fue avanzando, las mujeres en realidad no cargaban nada sobre sí mismas, sus pertenencias solían ser guardadas en los bolsillos de sus respectivos maridos. Imagínense qué tan pocas cosas tenían la oportunidad de llevar —la verdad es que hoy en día yo llevo toda la casa dentro del bolso.

La independencia de la mujer fue dando pasos pequeños, en todos los sentidos; pero en este —en el de los bolsos—, para 1805 ninguna mujer salía sin bolso. Por eso, podemos decir que este concepto de bolso es en realidad considerablemente reciente.

En esas, para la década de 1860, apareció el bolso de piel, tomando forma como de una pequeña maleta, considerado como un bolso de viaje. Y así las mujeres ya podían cargar y guardar sus propias cosas.



Fue a partir de estos asentamientos que aparecieron los pioneros en la producción de bolsos, y ahora los conocemos como marcas de prestigio: Louis Vuitton, que diseñaba para Napoleón III; y Hermès, que le vendía a la aristocracia. A estos se les fueron sumando otros: Gucci y Prada, que iniciaron orquestando bolsos de viaje también. Fendi apareció casi al mismo tiempo, y destacó por sus trabajos de calidad en piel.



Es así como, lo que inició como una necesidad, durante el proceso se convirtió en un lujo. Los bolsos pasaron de dar solución a una problemática, a responder a un deseo, que dejaba entrever dotes de opulencia.

Bolsos para la historia

Para estos días, la marroquinería ya ha recorrido un largo camino, ofreciendo al mundo, y a aquellos que puedan pagarlo, bolsos que han dejado un registro en la historia, que han trascendido y dejado una huella importante. Ciertos modelos de bolsos se han vuelto icónicos, han recorrido un largo viaje, e incluso se han transformado y/o reinventado con el paso de los años; otros modelos de bolsos son incluso bastante recientes, pero aun así han sabido posicionarse y dar de qué hablar.

Por ello y por otras razones —como que nos dieron ganas, por ejemplo—, a continuación daremos un recorrido a través de la historia y los años rememorando aquellos bolsos difíciles de olvidar y que se han constituido como piezas de lujo a las que les lloramos y rezamos cada noche, sorbiendo los mocos, esperando un día encontrarlos en nuestro closet. —Bueno, pues, la verdad es que sólo algunos de estos bolsos, no nos dejarán mentir, otros cuantos sólo lograron popularizarse tanto que hasta en el walmart los encontramos.


1930 | Speedy, Louis Vuitton

Cuando este bolso se presentó por primera vez en 1930, lo hizo bajo el nombre de Express, en referencia a su diseño inspirado en el transporte rápido de la época. Por lo que podemos deducir que era un modelo originalmente pensado para viajes.


1930 / 1956 | Kelly, Hermès

Un siglo después del nacimiento de Maison Hermès, aparece este bolso, el sac à courroies para mujeres. Pero no fue sino hasta 1956 que nace el Kelly como tal, cuando Grace Kelly, estrella de Hollywood y princesa, usa su Hermès à courroies para ocultar su embarazo.


1955 | 2.55, Chanel

Este bolso fue diseñado por la propia Gabrielle Chanel, y obtuvo su nombre por la fecha de su creación: febrero de 1955. El bolso fue inspirado en aquellos que llevaban los militares, los cuales podían colgarse, a diferencia de los que se usaban entre las mujeres —de mano—; así, volvemos a ver lo visionario de Chanel y su retome de lo usado durante la Edad Media: adecuar el estilo de los hombres a las mujeres.


1961 | Jackie, Gucci

Al principio hablamos de bolsos de mano, y a partir e las revoluciones de Chanel —como ya vimos en el bolso anterior— empezaron a aparecer en mayor medida aquellos diseñados para ser llevados colgados al hombro; tal es el caso del Jackie. El bolso obtuvo su nombre hasta después, a partir de los setentas, luego de que Jackie Kennedy —esposa del asesinado presidente de los Estados Unidos que ya conocemos— realizara múltiples apariciones con esta pieza al hombro.


1961 | Monogramme, Saint Laurent

Nada qué decir aquí, simple apreciación.



1984 | Birkin, Hermès

El hermano, casi mellizo del Kelly, pero no el mismo ni igual.

El Birkin nace después, cuando el entonces presidente de Hermès, Jean Louis Dumas, se encontró con Jane Birkin en los aires —en un vuelo, pues—, y al escucharla quejarse porque ningún bolso era lo suficiente para llevar los biberones de su hija, le prometió crearle un bolso lo suficientemente grande, pero con los valores estéticos de la marca.


1992 | Alma, Louis Vuitton


Este bolso de LV ha recorrido un largo camino hasta aquí, pues se trata de un bolso que ha evolucionado a lo largo de los años, sufriendo diversas transformaciones y todo un proceso de cambios y modificaciones, hablamos de que cuenta con sus antecesores.

Su historia se remonta hasta 1901 con el Steamer Bag, el cual fue pensado para viajeros.


Luego, en 1934, vino el Squire Bag, que ostentaba un diseño más compacto y un perfil más fashionista.


Su tercera versión apareció en 1955 y fue denominada Champs-Èlisées, con “un estilo más chic urbano” —lo que sea que eso signifique 🤷


Al final, en 1992, obtuvimos el Alma, tal y como lo conocemos ahora, con rasgos de Art Deco y en varios tamaños.



1995 | Lady Dior

Tan fácil como que Lady Di le pidió a la maison un regalo especial para ella, y el resultado fue el diseño de este bolso, el cual usó por primera vez en una visita a Francia.


1997 | Baguette, Fendi

Este bolso lleva ese nombre precisamente porque con su forma hace alusión a ese pan francés homónimo y, de la misma manera, está diseñado para llevarse bajo el brazo.


2001 | Saddle, Dior

Fue durante el desfile S/S 2001 que apareció por primera vez este bolso, e inmediatamente se convirtió en un must; todavía recordamos muy bien —pues tenemos muy fresco en la memoria— cómo Carrie Bradshaw fue de las primeras en llevar el Saddle sobre el hombro. Este bolso, cuyo diseño está inspirado en una silla de montar, tuvo un momento reivindicativo en el 2018.


2007 | Galleria, Prada

Prada tituló así —Galleria— este bolso para rendir tributo a su primera tienda en Milán —la cual tuvo lugar en la Galleria Vittorio—, por ahí de 1913, y desde su aparición no ha dejado de reinventarse cada año, cambiando sus texturas y materiales, pero sin cambiar su esencia.


2009 | Luggage tote, Céline

Un bolso relativamente reciente que se convirtió en uno de los modelos icónicos de la marca inmediatamente. Poco tenemos que decir sobre este tote, verdaderamente, sólo que durante mucho tiempo fue el protagonista del Street Style; además de que está totalmente protegido antiplagio, así que ¡cuidado, imitadores!; y fue uno de los legados que la diseñadora Phoebe Philo dejó a la maison luego de diez años al frente.


2011 | Antigona, Givenchy

Bolso de mano + correa para colgarlo al hombro.

Sin lugar a dudas, el nombre del bolso hace referencia al personaje de la mitología griega, que puede ser catalogado como una mujer fuerte y firme.


2013 | Selma, Michael Kors

¡Ugh!

Uno de los bolsos más vendidos aquí y en China. Dicen por ahí que lo puedes encontrar por alrededor de $3,500 MXN y en el Walmart —no es que desprestigiemos las ropas de ese distinguido punto de venta, pero definitivamente MK no es quien cree que es.


2019 | Le Chiquito, Jacquemus

Justo el año pasado, como parte de su colección F/W 19/20, el prácticamente emergente diseñador francés presentó este microscópico bolso, tamaño con el cual se ganó de qué hablar. Así que, ya saben, si quieren una funda para sus picafresas o dónde guardar tooooda su autoestima de alrededor de $15,000 MXN, Le Chiquito es una muy buena opción.

Y ya para terminar…

Nos gustaría mucho poder utilizar este espacio para seguir hablando de los bolsos que más nos gustan y no son del todo inalcanzables, pero esperamos poderlo hacer en otra ocasión, ya saben, con más calma. Mientras tanto, ojalá ustedes nos pudieran compartir su carga-cosas —aka bolso, bolsa, mochila, morral, o lo que sea— favorito, para empezar a preparar recomendaciones.

 

Materiales bibliográficos:

Anna Johnson. Handbags: the power of the purse. Nueva York: Workman Publishing Company, Inc, 2002.

1 comentário


Pau Fer
Pau Fer
03 de mai. de 2020

Mi favorito es el Kelly porque Grace Kelly 🥰 se me hace súper chistoso que al principio fueran creados por necesidad y ahora se hacen por #fashion y 0 funcionalidad, como Le Chiquito

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